Resumen
Antecedentes: los estudios de reconstrucción acetabular con el uso de cemento e injerto óseo en masa han demostrado tasas crecientes de fracaso del cotilo en pacientes con caderas displásicas siete años después de la artroplastia total de cadera. Los datos comparables sobre los resultados a largo plazo del injerto óseo masivo realizado junto con implantes no cementados son limitados. El objetivo de este estudio fue revisar los resultados clínicos y radiográficos del injerto óseo autólogo en masa junto con una copa no cementada.
Métodos: De 1987 a 1992, cuarenta y siete pacientes (cuarenta mujeres y siete hombres, con una edad promedio de 50,4 años) que tenían displasia del desarrollo de la cadera se sometieron a cincuenta y seis artroplastias totales de cadera y recibieron un injerto estructural en combinación con un injerto no cementado. Copa Harris-Galante tipo I. Todos los pacientes fueron seguidos prospectivamente. En cincuenta y cinco caderas, la migración del implante se midió con análisis radiográfico de una sola imagen.
Resultados: Después de una duración promedio (y desviación estándar) de 10,2 +/- 2,9 años, tres pacientes (cuatro caderas) fallecieron. En los pacientes supervivientes, se habían revisado cuatro implantes y dos tenían evidencia radiográfica de aflojamiento. Con el uso de la revisión y el aflojamiento como criterios de valoración, las tasas de supervivencia a los once años fueron del 91,6 % y el 88,9 %, respectivamente. De los cincuenta implantes que no se aflojaron, catorce tuvieron migración de copa medible, treinta y cinco no tuvieron migración y un implante no se pudo medir. Todas las migraciones menos una fueron progresivas. Con el aflojamiento como criterio de valoración, la tasa de supervivencia a los once años fue del 100 % para los implantes sin migración; sin embargo, la tasa de supervivencia de las copas que habían migrado fue del 69,3 % (p = 0,0012).
Conclusiones: La tasa de supervivencia a once años para las copas esféricas de ajuste a presión en combinación con injertos óseos masivos es satisfactoria, dada la complejidad de estas reconstrucciones. Sin embargo, la diferencia entre la supervivencia de los implantes que habían migrado y los que no, fue significativa. Esperamos que los trece implantes con migración acetabular progresiva en el momento del último seguimiento tengan riesgo de aflojamiento, lo que aumentará la tasa de revisión de esta serie en los próximos años.
J Bone Joint Surg Am 2006 Feb;88(2):387-94. 10.2106/JBJS.D.02373
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